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Blank - edición coleccionista
  • Blank - edición coleccionista

     

    Año 2011. En un contexto de crisis económica global provocada en buena parte por los bancos, éstos iniciaron un proceso de cierre masivo de oficinas caracterizado por el hecho de pintar de color blanco los cristales, antes de abandonar el lugar. De esa forma las ventanas se volvieron opacas, irónica metáfora de la forma en que funcionan muchas entidades financieras. El color blanco, asociado tradicionalmente en la cultura occidental a valores como la pureza y la belleza, adquiría en este caso un valor negativo.
    BLANK es el resultado de 6 años de trabajo y parte de imágenes realizadas por Josep Maria de Llobet entre 2013 y 2014 en la ciudad de Barcelona. Tras ser expuesto en los festivales DOCfield 2016 y Revela-T 2017, y tras pasar por diversos procesos de edición, estamos muy orgullosos de publicar el trabajo en forma de un libro-objeto de coleccionista en edición limitada.

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      Especificaciones

       

      Edición limitada a 15 ejemplares numerados y firmados por el autor

      Fotografías: Josep Maria de Llobet

      Edición: Josep maria de Llobet y Alex Llovet
      Texto: Itziar González Virós
      Diseño: Rubio & del Amo
      Impresión: Laboratorio para el Arte por Estudios Durero
      Encuadernación: Àngels Arroyo, Tinta invisible
      Estuchería: Maquetas Pojimbo
      Caja de metacrilato troquelada y serigrafiada, 21 x 47 x 2,5 cm
      26 fotografías en formato acordeón
      Papel Munken Lynx de 240 gr
      Textos en castellano e inglés

      Precio: 380€ + envío

       

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      Premios

       

      ARTSLIBRIS, ganador.

       

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      Texto de Itziar González Virós incluído en el libro

       

      Dar en el blanco. Apuntar bien y acertar a ver lo que nadie ve.  Seguir el rastro de las huellas del naufragio financiero y rescatar los vidrios pintados en blanco de sus sedes bancarias. Apearlos de los muros y más tarde, liberarlos de la constricción de sus marcos y unirlos todos en un mismo vidrio, en una calle sin salida, en un paisaje de ninguna parte. Eso es Blank, el trabajo artístico que Josep Maria de LLobet pone entre nuestras manos, esta vez, en forma de libro. Lo que encontramos dentro, después de ser desencajado y arrancado una vez más de su entorno, es el despliegue contundente ante nosotros del cuerpo de un delito. La financiarización de nuestra economía y la mercantilización de nuestras ciudades no nos hubiesen podido dificultar la vida, como lo han hecho, sin la complicidad silenciosa de estas sedes bancarias de proximidad. Terminales dispersas en los barrios. Artefactos urbanos captadores de ahorros y nóminas que con el tiempo fueron desplazando sus primeras ventanillas blindadas de atención al cliente hasta los grandes ventanales que daban sobre nuestras calles. Allí colgaban sus grandes anuncios con fotografías de familias y jubilados sonrientes. Nada nos dijeron de cómo habían planeado actuar en el momento de los impagos de hipotecas. Ni nos ayudaron a leer la letra pequeña de sus contratos. Ni hablaron de cual era el destino de los depósitos de ahorros de toda una vida de trabajo. Nada. Ni rastro de la empatía inicial como estrategia comercial. Sólo pintura blanca para hacer visible su deseo de opacidad.

      Por todo ello, este libro es también el repositorio del archivo de un fotógrafo forense que a lo largo de seis años ha ido recogiendo y numerando las pruebas de un crimen. Una a una, las ha extraído con las pinzas de su visión y las ha dispuesto en un nuevo territorio que permita comprender lo que nos está pasando. Era necesario proceder con urgencia y rescatar nuestra mirada de ese repetitivo paisaje de la ocultación. Porque al igual que antiguamente los conquistadores echaban sal en la tierra a su paso por el lugar recién destruido, los bancos pintan de blanco los vidrios de sus oficinas. En los dos casos, el cristal blanco de la sal y el vidrio blanco de las vitrinas, son la maldición de aquel que, aunque ha ganado, asesta el golpe marcial definitivo. La imposibilidad de rehabilitación. La negación a ninguna refundación del territorio saqueado.

      Frente a ello, el gesto creativo de resistencia no puede ser otro que la reconstrucción del paisaje urbano de la devastación en forma de maqueta. Y hacerlo visible, al igual que es visible en la textura de las capas de pintura, el gesto del que pintó de blanco los vidrios.

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

       

    380,00 €Precio
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